Ocho detenidos, 35 heridos, uno de ellos crítico... es el triste balance de un sábado infernal en la ciudad de Marsella, que acogió el partido entre Inglaterra y Rusia y cuyos hinchas convirtieron la ciudad de Provenza en una batalla campal.
Ocho detenidos, 35 heridos, uno de ellos crítico... es el triste balance de un sábado infernal en la ciudad de Marsella, que acogió el partido entre Inglaterra y Rusia y cuyos hinchas convirtieron la ciudad de Provenza en una batalla campal.